miércoles, 30 de mayo de 2012

Elecciones Presidenciales en República Dominicana, 2012. (final)


Bueno, entonces con todo este ambiente, llegó el esperado domingo 20 de mayo de 2012. Es válido decir que los dominicanos de todas las clases y estratos sociales, empresarios, estudiantes, militares, pobres y ricos, medios pobres y medios ricos, sentían miedo. Se respiraba cierta preocupación como la que no se había vivido nunca anteriormente, al menos en mis cuatro años aquí.

La justificación era hasta cierto punto entendible. El PRD venía dispuesto a ganar, en realidad ya se habían decretado ganadores antes de que comenzaran las elecciones y de no ocurrir esto en las urnas, amenazaron con que ardería Troya, en realidad República Dominicana, lo de Troya es demasiada aspiración. 

Como dije anteriormente los perredeístas son una masa fuerte y sobre todo muy perredeístas, o sea, la mayoría está asistida por un amor furioso a su partido, sentimiento que frisa en fanatismo irracional.

Los perredeístas, dirigidos por algunos de sus principales líderes, casi públicamente, habían amenazado con que habría problemas si existía alguna irregularidad, obviamente que no hicieran ellos. Llamarían al país a huelga, tratando de paralizar sectores claves como el transporte, asaltarían la Junta Central Electoral, escuché a algunos decir que prenderían candela por las cuatro esquinas a Santo Domingo y creo que saldrían a la calle, armados hasta los dientes, para cazar peledeístas.

Así, mis clases del lunes después de elecciones, se programaron suspendidas, porque los alumnos tenían miedo a que la calle se  pusiera mala si los perredeístas perdían. Aquello me pareció más que todo una histeria colectiva, pero …, suspendidas las clases.

El domingo de elecciones amaneció tranquilo. La gente fue a votar sin mayores problemas, dando quizás como nunca antes, una lección de democracia organizada. ¿Existieron problemas? Sí, claro, algunos, pero para nada grandes. Un civil armado por aquí, otro por allá, una jeepeta negra que pasó y tiró tiros a un local determinado, creo que algunos pocos heridos, algún que otro colegio que demoró en abrir y la gente movilizada desde temprano se cansaba esperando, jeepetas ocupadas con armamento,  pero en realidad nada grave.

El problema más que todo fue de los dirigentes de los partidos y sobre todo de los dirigentes del PRD. Como es costumbre, las elecciones presidenciales aquí, son observadas por muchas personas. Son tantas las historias de fraudes y la poca confianza que los partidos, los políticos y el gobierno de turno se tienen entre ellos, que cada día existen más observadores internacionales y nacionales en cada uno de los colegios y en la Junta Central Electoral para tratar de garantizar que no existan problemas. Llegarán a ser más observadores que electores. Como figuras vitales en la tarea de observar, están los representantes de cada uno de los partidos y candidatos, cuya misión más trascendental es llevar la cuenta “a boca de urna” de los votos de su candidato. Estas figuras, no sé por qué, se consideran ellas mismas más importantes que las propias elecciones. Y en muchas ocasiones es de ellas mismas de donde parte el problema.


Tensión todo el día. La TV,  montada en vivo para seguir y transmitir el evento, se encargó de ir dando informaciones oficiales y lamentablemente oficiosas que delataban los problemas, dándole a algunos de ellos una enorme magnitud, lo que lograba mayor tensión.

En medio de las elecciones, para agregar algún condimento que calentó aún más el proceso, muy temprano, un coterráneo nuestro, el periodista Roberto Cavada, ¿lo recuerdan como alguien importante, polémico, contrastante en la TV cubana?, de seguro no, permitió en su espacio televisivo que líderes perredeístas anunciaran públicamente que habían ganado las elecciones, lo que ocasionó euforia en la masa perredeísta. Cavada, que como saben, en el país de los ciegos el tuerto es rey, ha pasado de manso en Cuba a contestatario en RD y apoya abiertamente a Hipólito y por ende al PRD, se hizo eco de la noticia y provocó que el Presidente de la Junta, se vistiera de macho y mandara a cerrar el canal 11 por violar las leyes dominicanas. Cierre custodiado por miembros del ejército, como por si las moscas. Lo que ocasionó entonces una enorme furia entre la masa perredeísta, no porque le importe mucho Cavada y el Canal 11, sino porque cualquier cosa es buena para formar líos el día de las elecciones y entonces se escucharon frases de violación de los derechos civiles, ataque a la libertad de expresión, atentado a los perredeístas, etc. El ambiente más caliente.

Los colegios como estaba establecido cerraron a las 6:00 pm y a las 7:30 pm se emitió el Boletín # 1 con los primeros resultados. El por ciento de boletas contadas en ese entonces era muy pequeño, pero al dar por encima al candidato del PLD, Danilo Medina, el representante de Hipólito Mejía ante la Junta, comenzó lo que parece más que todo su actuación por un premio en las elecciones. El Sr., me ahorro el nombre porque para nada es importante en esta historia, comenzó a decir que los datos de la Junta eran falsos, que no coincidían con los datos que tenía el Centro de Cómputo de su Partido. Como leen, cada partido tiene su propio centro de cómputo para sacar sus cuentas y entonces cada partido quiere que los datos que funcionen sean los suyos, independientemente de que el único órgano decretado para procesar información y dar los resultados oficiales es la Junta Central Electoral.

A partir de este hecho, durante todo el tiempo que pasó, el discurso del PRD fue el mismo, los datos no coinciden con los de nuestro Centro de Computo, estas elecciones son un fraude, nos están robando las elecciones, pero en ningún momento pudieron, a pesar de la insistencia de los periodistas sobre este tema, demostrar cuáles eran los datos que ellos tenían, y cómo es que les estaban robando las elecciones. El Sr. decía que el Centro de Cómputo tenía la información y el Jefe del Centro de Cómputo decía que había que esperar a que hablara el candidato del Partido. Todo el tiempo en ese teje y maneje.

El día fue entretenido. Para mí los perredeístas sabían que habían perdido las elecciones desde mucho antes que comenzaran las votaciones, pero tenían que formar el show para justificar todo lo que hay que justificar después de meses de campaña y cifras millonarias invertidas en esto.

La mayor acusación fue que el PLD compró cédulas para evitar votos a favor del PRD. A partir de las informaciones emitidas por observadores independientes, como Participación Ciudadana, parece ser cierto, el PLD compró cédulas, pero lo más jodido es que, a partir de esos mismos observadores independientes, el PRD también compró cédulas, así que si de algo se puede acusar a los peledeístas es de que compraron más cédulas, fueron más hábiles y tenían más dinero.

El mecanismo de compra de cédulas es algo tradicional en la cultura política dominicana. Alrededor de los colegios electorales, cada Partido alquila casas, este año como algo moderno montaron carpas, para capturar a las personas y comprarles su voto. Las calles entonces se llenan de “delincuentes” o al menos eso parecen, que se autodenominan activistas, dedicados según ellos, a “orientar a las personas”. Vi a algunos de esos “activistas” y les costaba trabajo articular dos palabras juntas, por lo que creo que estaban incapacitados para orientar a alguien, pero estas figuras, las casas y carpas alquiladas son parte del folclor político o de la política folclórica dominicana y no hay nada que hacer. Sólo escuchar quejarse a los perdedores y las promesas de que para las próximas elecciones eso no se podrá hacer.

Al final los boletines se fueron sucediendo con el paso de la noche y en todos, el PLD y sus aliados eran ganadores, tal como se veía venir. Durante todo este tiempo el ambiente se fue enrareciendo y la gente de pueblo mostraba su preocupación, porque los perredeístas ahora más convencidos de que perdían, pero negados a reconocer tal perogrullada, comenzaron a patalear con la idea de que les habían robado las elecciones. Justificación absurda, pues a pesar de la compra de cédulas, la pérdida era más que evidente. Las caras y los discursos de las principales figuras del perredeísmo se fueron poniendo agresivos e incluso amenazantes, lo que hizo que el temor en la población aumentara.

Danilo Medina ganó por más del 51% de los votos, a más del 4% de su adversario más cercano, lo que prorroga  la permanencia del PLD por otros 4 años en el gobierno. Calculando y todo la compra de cédulas, y algún que otro muerto que pudo votar, la ventaja era abrumadora, por lo que el PRD jamás hubiera ganado. Los perredeístas se negaron a reconocer la victoria y amenazaron más fuertemente, lo que hizo que el gobierno mantuviera acuartelado con máxima alerta al ejército y a la policía, por si era necesario intervenir con urgencia para evitar males mayores.

Mis clases del lunes siguiente a las elecciones habían sido suspendidas programadamente, pero el martes me incorporé a trabajar y para mi asombro la histeria colectiva seguía. Mis alumnos, diferentes a los del lunes,  no lograban concentrarse debido a los rumores de que los perredeístas, todavía pataleando, la iban a formar. Habría parálisis total del transporte, algunos grupos armados, con las nada impresionantes armas de combate, etc. Trate de trabajar, pero, conclusión, clases suspendidas  nuevamente. Cada uno para su casa. Algunos a rezar, otros a esperar tranquilamente acompañados de una cerveza fría, otros a incorporarse a disfrutar los líos que se anunciaban. Esa es la verdadera democracia que tenemos.

Caminé desde la universidad hasta mi casa, una experiencia así no podía perdérmela. Eran las 8:00 pm y para mi asombro en los más de 7 kilómetros que recorrí, no había ningún problema. Solo un apagón, que imagino que fuera por pura coincidencia. Entonces, me quedé con las ganas. Tal fue mí decepción que pasé por una heladería y compré helado, cosa que nunca hago, para llevar a mi casa y compartir con los míos. Bajo apagón el helado suele saber más rico, da sensación de capitalismo.

Al final, como decimos en Cuba, más rollo que película. El candidato del PRD, Hipólito Mejía, en una actuación que bien vale la pena reconocerle, salió y sin aceptar explícitamente que había perdido, se proclamó el líder de la oposición para los próximos cuatro años, lo que creó un problema con el Presidente de su Partido que ahora mismo estamos viviendo, y llamó a las masas a la mantener la paz y a trabajar para el futuro. De esta forma calmó los ánimos, o al menos neutralizó a los miembros furiosos de su partido y evitó lo que se preveía como un mal mayor. Entonces no pasó más nada. Cada cual a lo suyo, como dice Serrat, en su canción Fiesta:
Y con la resaca a cuestas
vuelve el pobre a su pobreza,
vuelve el rico a su riqueza
y el señor cura a sus misas.
Se despertó el bien y el mal,
la zorra pobre al portal,
la zorra rica al rosal
y el avaro a las divisas.

El PLD volvió a ganar, y lo más triste es que volverá a ganar en las elecciones del 2016, si el PRD, pues no existe otro partido que tenga fuerza para oponerse, no cambia su estrategia política, o mejor no construye una nueva estrategia política. El PLD se prorrogará en el poder hasta que se aburra. Los peledeístas se sucederán unos a otros y eso, creo que aunque conveniente por ahora, tampoco es bueno. Tampoco es bueno para …, la democracia.

sábado, 26 de mayo de 2012

Elecciones Presidenciales en República Dominicana, 2012. (tercera parte)


Empecemos entonces por el Partido de la Liberación Dominicana.

El PLD, es el partido que llevó a la Presidencia de la República a Leonel Fernández, que a su vez es el Presidente del Partido. ¿Se entiende?

Leonel viene disfrutando, o sea, sacrificándose en el cargo por 8 años, dos períodos consecutivos, y la Constitución que el mismo presionó, mejor dicho, sometió para que fuera aprobada hace muy poco tiempo todavía, le prohíbe volver a reelegirse por un tercer período de forma continua. Estoy convencido de que a él no le faltan ganas para seguir “sacrificándose”, pero para lograr lo mucho, a veces hay que perder lo poco y sin dudas Leonel, pasará a la historia como uno de los políticos más brillantes que ha tenido el país, pero por mucho. Acusado de desarrollar al máximo la estrategia de “come solos”, es decir de beneficiar solamente a los más allegados seguidores, lo cierto es que hoy puede exhibir una obra coherente de gobierno, al parecer como ningún otro presidente que lo antecedió.

Entonces al no poder pensar en un tercer intento ahora, aunque estoy seguro que si lo pensó, tuvo que ceder la posición a Danilo Medina, político peledeísta que desde hace años espera su turno. A pesar de que Danilo, había sido su amigo y su estratega en el pasado, ahora mismo estaban medio fajados, después de haber estado fajados completamente, pero al “León”, perdón a Leonel, ahora como Presidente del PLD no le quedaba más remedio que promocionar y apoyar a alguien de su partido y entonces …, a quién mejor que a Danilo.

Danilo, inteligente, según dicen muy bien preparado, muy político y al parecer con una historia bastante limpia, pues sus adversarios, especialistas en chismes de esquina, no encontraron por dónde mancharla, pero poco carismático, poco líder, más bien tranquilo, con apariencia buenachona, sabía que solo no ganaría y a pesar del desencuentro con Leonel, “cumpliendo el compromiso con el Partido y con la Patria” aceptó el apoyo. El León, perdón Leonel “en defensa de los intereses más puros de los peledeístas” le pidió a cambio que llevara a su esposa, la Primera Dama de la República, como Vice Presidenta.
 
¿A Danilo le gustó? No sé, creo que no debe haberle gustado. No por rechazo a la Primera Dama, pues ella parece una buena persona, muy risueña y tiene una buena imagen como trabajadora, sino porque lo dejaba sin otra elección. Pero evidentemente esto era mejor que volver a quedarse sin nada, por lo que se viró de espaldas a Leonel, le guiñó un ojo y lo disfrutó.

Leonel no puede reelegirse nuevamente hasta el 2016, pero al estar su esposa en Palacio, de seguro podrá pasar por allí a comerse un mangusito con salami, queso blanco frito y tostones. ¿Quién puede impedir que un amoroso esposo, pase a almorzar con su mujer?

De esta forma quedó constituida la candidatura del PLD, apoyada por Leonel como Presidente del Partido y por si quedara dudas como Presidente del Gobierno Dominicano, por lo que la candidatura en vez de dos personas, estuvo todo el tiempo final compuesta por tres, nada anormal ésta idea para los dominicanos, pues el número tres es bien familiar, recordar, por sólo citar algo, lo de los tres Padres de la Patria.

Hablemos ahora un poquito del Partido Revolucionario Dominicano. Gran problema.

Bueno, la historia del PRD es otra, menos organizada. El Partido tiene como Presidente actual a Miguel Vargas Maldonado, candidato a Presidente de la República en las elecciones del 2008 y perdedor. Sólo ganó en experiencia. Empresario de éxito, aunque acompañado de miles de comentarios que cuestionan las vías por las que ha obtenido y mantiene dicho éxito, que ahora se quedó fuera de la tan deseada candidatura para Presidente de la República en las elecciones del 2012, por, entre otras cosas, una maniobra genial de su adversario el Presidente Leonel Fernández, quien lo convenció para que lo dejara gobernar en paz su segundo período con la promesa de que en las elecciones del 2012, nadie lo quitaría, a lo que se ha llamado el “pacto de las corbatas azules” por la gracia de que usaron dos corbatas muy parecidas.

Llegado el momento Miguel Vargas, por haberse hecho el manso con Leonel, de muy mala gana ahora, tuvo que aceptar que el Partido que él dirige, escogiera “democráticamente” a otra figura para llevarla como candidata a la Presidencia, dejándolo fuera en esta ocasión. De madre, ser el Presidente de un Partido y que la gente que diriges piense que no eres la persona que se pueda promover para las ligas mayores. Pobre Miguel, perdió las elecciones del 2008, se dejó manejar por Leonel y ahora ni fue escogido por los suyos como candidato para la elecciones del 2012. Se le acabará la vida y de Presidente de la República nada.  

La figura escogida por los perredeístas es nada menos y nada más que Hipólito Mejías, “Papá”, quien tiene en sus espaldas el haber desbaratado el país cuando fue Presidente en el período 2000 – 2004,  con una de las crisis económicas más grandes que recuerda la República.

Papá, con 71 años de edad, ya viejo y gastado para estos menesteres, hasta cierto punto cómico por las barbaridades que dice y la forma en que las dice, medio prepotente, resulta popular por su identificación con los “desposeídos”, sobre todo los desposeídos de conocimientos, con actuaciones que podrían semejarse a una persona con problemas psicológicos o una persona que envejece rápidamente y como envejece le da lo mismo que crezcan los niños o que crezcan los accidentes, por estar más allá del bien o el mal. La pregunta se cae de la mata. ¿No tenía el PRD otra figura para presentar como oponente?

Durante toda la campaña política, desde el mismo inicio, se evidenció algo que puede ser una causa de fracaso siempre. El PRD como Partido estuvo todo el tiempo dividido. Miguel Vargas como Presidente, agrupó en silencio a sus seguidores personales y para nada apoyó al candidato que su partido había seleccionado, obviamente como muestra de su inconformidad, tal como diciendo soy manso, pero no tanto. Papá, se dedicó entonces a hacer toda la bulla posible, identificándose como líder del Partido, sin apoyo de la estructura dirigente del mismo. Gran reguero.

Miguel Vargas y Papá, nunca aparecieron juntos haciendo campaña. Miguel declaraba que estaba haciendo su trabajo, pero…., ¿cuál es el trabajo del Presidente de un Partido en medio de una campaña política? Nada, evidentemente Miguel se estaba dedicando a transcribir y archivar actas, por lo que Hipólito se dedicó a hacer lo que le dio la gana. Asesorado, si es que se deja asesorar, por los antiguos amigos de su época como Presidente de la República y otros nuevos amigos que siempre se encuentran en el camino cuando de repartir, o al menos prometer que se repartirá algo, se trata.

No equivocarnos. Los perredeístas, desorganizados, olvidadizos, gritones, desfachatados para mi gusto, desposeídos de conocimientos, no son una fuerza desestimable en la política dominicana. Por el contrario, ser perredeñista es una causa furiosa, casi fanática, que se hereda como tradición familiar y que puede incluso no saber nada de nada, no analizar mucho, pero son perredeístas. Lo que pasó fue que confiaron ciegamente en la fortaleza de Hipólito como expresidente de la República y pienso que en lo de borrón y cuenta nueva, o sea, la gente no va a recordar el desastre de su gobierno. La gente está tan cansada de los “come solos” que apoyaran cualquier propuesta para sacarlos del Gobierno y se sintieron ganados desde el principio.

Más que todo, es cierto que llevamos 8 años seguidos de PLD y las ansias por acceder al poder, o sea, al dinero, hace ver fantasmas, por lo que no se podía aspirar a otra cosa en la masa popular que apoya a ese grupo político. Lo que primaba era que cuando el PRD llegara al poder, el dinero saldría a la calle. Pensamiento que define la intención de los que votan. No importa el programa político que traiga el candidato, no importa lo que haga o diga que va a hacer, no importa ni tan siquiera los discursos que dé. Hay dinero en la jugada, entonces votamos por él. No votamos por el mejor, sino que votamos en contra del que consideramos más malo. Y sobre todo votamos por el que más pague.

Mientras esto ocurría, el PLD poco a poco se unía y consolidaba. Ganaba fuerza el dúo Danilo-Margarita-Leonel. ¿Dúo? Los problemas internos del Partido, que siempre los hay, se resolvían como es tradición en ese grupo político, hacia dentro. Mostrándose cada día más fuerte, con un discurso más coherente y prometedor, sin ofender a nadie de la oposición, sin llevar esto al plano personal y sobre todo con mucho dinero como apoyo. Dicen los que saben, y es entendible y creíble, que con mucho dinero del gobierno.

Por último el Partido Reformista Social Cristiano.

El PRSC, partido que todavía se auto proclama seguidor de Balaguer, pero que en realidad no sabe para dónde va como partido, se dedicó estratégicamente a desarmarse. Una parte se mantuvo al lado del PLD, como lo había hecho en las elecciones pasadas, facción liderada por Carlos Morales Troncoso y la otra salió corriendo en medio de la campaña a unirse al PRD, específicamente a Hipólito Mejías.

Siempre me ha llamado la atención como se sigue diciendo que el PRSC es un partido de oposición, pues su Presidente Morales Troncoso, o sea, la máxima figura del Partido, cuya principal tarea es la oposición al PLD como Gobierno, resulta que es el Canciller de la República Dominicana. Nada más y nada menos que la mano derecha para los asuntos de política internacional que tiene el Presidente de la República. Si lo fuéramos a resumir el Canciller es el representante del Gobierno Dominicano ante los gobiernos extranjeros. Entonces, en qué queda la oposición, pues como todos sabemos, hay cosas de la política internacional que sólo se puede manejar entre amigos, e incluso a un nivel superior, tal como la mafia. Hay cosas que se manejan públicamente y hay cosas que sólo la hablamos tú y yo metidos en la playa con el agua casi hasta la nariz.

O estamos locos, o nadie sabe nada, o a todo el mundo le da lo mismo cualquier cosa o sencillamente todo es un descaro. ¿Cómo se puede ser Canciller de un Gobierno y a la misma vez, Presidente de un Partido político que declara que su primera misión es ser la oposición de ese Gobierno? Esto resulta hasta difícil de explicar.

Lo que se imponía desde hace años ya es que Morales Troncoso tendría que haber escogido entre ser el Presidente del PRSC y hacer un buen trabajo de oposición o renunciar a ese Partido y quedarse con la Cancillería y el apoyo al Gobierno. Lo de Canciller y Presidente de un Partido de oposición en la misma persona es demasiado fuerte. Pero a mi modo de ver, la Cancillería Dominicana es la finca del Canciller y esto se trata tal como una empresa privada, por lo que no tiene que ver con una determinada posición política, pienso entonces que de igual forma se trata el Partido.

Teóricamente en papeles, se ponen en la oposición para obtener los beneficios que la Junta Central Electoral garantiza a los partidos políticos, con tal de mantener el equilibrio de la llamada democracia que tenemos, pero por detrás y también a la cara, trabaja mano a mano con el Gobierno y el Partido al que dice oponerse. Si Balaguer se despierta y sale de su tumba, vuelve a morir.


Del resto de los Partidos, ya dije que no hablaría. Pocos, pequeñitos, con un discurso tan lindo pero tan ideal que a nadie le interesa. Lástima. ¿Podrán crecer? Creo que si, evidentemente cuando crezca República Dominicana.







Elecciones Presidenciales en República Dominicana. (segunda parte)


¿Cómo fueron las elecciones presidenciales que acaban de pasar?

No estoy muy seguro de poder reproducir exactamente lo que sucedió y mucho menos hacer una interpretación muy objetiva. Esto correspondería a un analista político, y para el caso en cuestión, de mucha experiencia, pues los vericuetos de la política dominicana son a veces peores que un laberinto. No obstante, haré mi mejor esfuerzo. Tengan en cuenta que soy un simple observador.

La historia republicana dominicana es media loca. Y no es para nada una crítica despiadada y menos una burla. Pero más que todo, eso es lo que me parece.

La primera idea complicada de entender, es que tenemos tres Padres de la Patria. Acostumbrado a que esta categoría es bien exclusiva a la hora de otorgarse a alguien, rompe con el esquema saber que tenemos tres patriotas con la misma categoría: Juan Pablo Duarte, Francisco del Rosario Sánchez y Ramón Matías Mella. Lo que me da a pensar que desde el mismo comienzo, vinculado al surgimiento de la República en 1844, los dominicanos no han tenido claro los roles o papeles históricos de las personas, o que sencillamente, tal como pasa hoy todavía, cada cual hala para su lado e impone su criterio.

Es cierto que cada uno de esos tres hombres tuvo su participación en la formación del ideal independentista y luego en las acciones para alcanzar dicha condición, pero como no estuvieron los tres juntos todo el tiempo y no hicieron exactamente lo mismo, parece ser, según la opinión de algunos dominicanos, que podíamos  haber sido más rigurosos y terminar eligiendo a uno solo como Padre de la Patria, que es lo que generalmente ocurre y no crear para esto una categoría de equipo. Gran reto para los futuros historiadores.

Es como si los cubanos, quisiéramos elevar junto a Carlos Manuel de Céspedes, nuestro Padre de la Patria, a sus familiares más cercanos, al pequeño grupo de seguidores que tenía, y sobre todo a los esclavos que liberó y lo siguieron sin saber mucho lo que hacían a partir de reconocido 10 de octubre de 1968. ¿O es que Céspedes estaba y actuaba solo?

Esta decisión de tres Padres de la Patria Dominicana, parece ser el comienzo de una tendencia que llega hasta hoy. Todo es más o menos en dependencia de los intereses que se muevan. Y así llegamos al 2012 y las elecciones.

La vida política dominicana está enmarcada hoy o es sencillamente un juego de tablero, donde se relacionan dos grandes partidos, cuya fundación, quizás caprichosamente, está relacionada con la misma persona, el profesor Juan Bosh, quien primero participó en 1939 en la fundación en Cuba del Partido Revolucionario Dominicano, PRD, y luego al cansarse y declarar a este partido muerto políticamente, se separó y fundó el Partido de la Liberación Dominicana en el año 1973. Lo que obliga a que ambos partidos, aun pidiéndose la cabeza, tengan que hacer un alto y venerar y homenajear a la misma persona como fundadora. Aunque el PRD exhibe otras figuras importantes en su historia,  y el PLD se ha quedado exclusivamente con la figura del profesor Bosh como elemento cohesionador, esto de la misma figura en los dos partidos más fuertes, le agrega condimentos muy propios a la política dominicana.

Luego por importancia histórica, existe un tercer partido, el Partido Reformista Social Cristiano, PRSC, fundado por Joaquín Balaguer en 1964, que tuvo su época de oro a partir de 1966 por 12 años consecutivos, tiempo en el que Balaguer ocupó la Presidencia de la República, pero que ahora está pasando por una enorme crisis que lo mantiene medio desbaratado, a pesar del esfuerzo que hacen los dirigentes que aún no han emigrado hacia otro partido, por dar una imagen diferente.

Este año, como en otras elecciones anteriores, asistieron además 4 pequeñísimos partidos, cuyo principal elemento diferenciador es que son independientes. A ellos no les dedicaré mucho tiempo en mi historia, porque todos juntos no llegan a ser ni medianamente representativos. De momento creo que son, más que todo, un grupo de buenos amigos y familiares, que se han propuesto no aliarse a los grandes y recrear o disfrutar lo de "solitarios", pero que en realidad, sólo se quedan en eso. Amigos y familiares que cada 4 años se reúnen para votar e imagino que comer juntos.

La propuesta de algunos de ellos, es tan, pero tan linda como idea, que a nadie, exactamente a nadie aquí le interesa y creo que además deben ser pocos los que las entienden como viable para seguir y entonces …, creo que pasarán muchos, pero muchos años, para que dejen de ser un grupo de amigos y familiares que se reunen cada 4 años. 

miércoles, 23 de mayo de 2012

Elecciones Presidenciales en República Dominicana. (primera parte)


El 20 de mayo de 2012, se realizaron las elecciones para escoger al nuevo presidente que gobernará en República Dominicana por los próximos 4 años.
Para los cubanos, al menos para los nacidos después de 1959, este evento no deja de ser interesante, pues en la práctica, del tema elecciones libres, sabemos poco. Se resume a levantarse e ir a votar por la misma figura, por momentos acompañada de otras mismas figuras, que durante muchas décadas ocuparon las primeras responsabilidades de todas las categorías de funciones inventadas por el gobierno cubano.
El no ir a votar en Cuba, daba igual para lo que fueran las elecciones, se convirtió durante todo este tiempo en algo complicado. Imagino que aún lo siga siendo. Aunque siempre existieron personas que no lo hicieron, en realidad el número fue muy poco representativo. Quizás los llamados “desafectos” más connotados, que al estar “quemados” soportaban las consecuencias que como ley secreta les iba para arriba. Si no votabas por el último invento del gobierno, no podías aspirar a casi nada.
Por lo que los procesos electorales cubanos transitaban sin casi ningún contratiempo público. Por el contrario, primaba la armonía, aunque irreal,  acompañada de los ingenuos niños pioneros que daban a la actividad toda la candidez de la infancia. La gran masa se levantaba y votaba disciplinadamente siguiendo la inercia con que vivía. Dentro de esa gran masa, quizás aprovechando lo de secreto del voto, siempre hubo e imagino que seguirá habiendo, quien anulaba su boleta, como muestra silenciosa de su inconformidad, pero como la ley electoral en Cuba aseguraba que los candidatos salían electos con el 50% + 1 de los votos válidos, lamentablemente esos votos anulados no servían para mucho. Durante muchos años ni se mencionaban.
De ahí que único partido, único candidato, un sistema estructurado para perpetuarse en el poder, más el miedo y la inercia, hicieron que no tengamos los cubanos mucha experiencia práctica en las llamadas elecciones libres como máxima expresión de la democracia.
En realidad ésta es mi segunda experiencia en elecciones presidenciales en República Dominicana. Llegué en diciembre del 2007, por lo que asistí a los últimos meses de la campaña electoral que terminó en mayo del 2008 dándole la posibilidad a Leonel Fernández de prorrogar su presencia en el Palacio Presidencial por 4 años más, pero en aquel momento mi conocimiento sobre la realidad e historia de este país, era limitado, por lo que no pude entender los detalles y sacarle provecho a lo que ocurría. El mayor disfrute suele estar en los chismes y enredos que existen detrás de la información oficial.
Mi visión general de aquel entonces es que estaba en presencia de un gran circo, que me recordaba más que todo aquel genial programa de la TV cubana, San Nicolás del Peladero. Suerte de sátira muy bien hecha, que agrupaba a los mejores actores de aquellos años, los que con actuaciones magistrales, a veces sin un guión definido, trataba de recrear la historia de la llamada seudorepública cubana.
Aquel San Nicolás del Peladero con su alcalde Plutarco Tuero, salvajemente inculto; la alcaldesa Remigia, toda una farsa de cultura y glamour, pero igual de salvajemente inculta; el Sangento Arencibia, guajiro brutísimo, jefe de la “honorable” Guardia Rural; Éufrates del Valle, periodista europeizado, desenfadado culturalmente, adelantado a la vida de aquel pobre y atrasado pueblo; Ñico Rutina, politiquero, chulo, vividor, que lo mismo estaba a la izquierda que a la derecha, siempre moviéndose en la dirección del dinero; el famélico Simplicio, representante del pueblo que moría de hambre; el Gallego bodeguero, bruto, obstinado, enamorado de la mejor creación española en Cuba, la mulata, etc., todo esto era lo que más se parecía a lo que veía en aquellos momentos, con las entendibles diferencias de los años transcurridos, o sea, celulares, jeepetas, modernísima tecnología de cómputo y audio, pero al final de la historia, otro San Nicolás del Peladero.
No creo que estas características sean exclusivas de República Dominicana. Para nada. De ese mal clásico se escapa hasta hoy Cuba, porque el mal propio que tiene es tan malo, que no necesita más nada.
Qué mejor para ilustrarlo, que un cuento.
Dicen que estaba Dios reunido junto con un grupo de sus seguidores tratando de crear al mundo y en la repartición dijo:
_ Daré a Japón los tsunamis, a Estados Unidos los tornados, a México los terremotos, a África enviaré la sequía y a India un poco de hambre, pero crearé una tierra linda, sin grandes desastres geográficos, con lindos valles para desarrollar la agricultura, rodeado de hermosas e inigualables playas, con caudalosos ríos, con montañas altas bien repartidas por todo el territorio y un eterno verano. Colocaré allí a muy buenas personas, hermosas mujeres, hombres amigables, hombres y mujeres inteligentes, trabajadores, amables y le pondré a ese lugar Cuba.
Uno de los participantes que lo escuchaba, haciéndose eco del resto del grupo, visiblemente disgustado por tanta diferencia, le preguntó:
_ ¿Pero Señor, cómo es que vas a ser tan injusto?, ¿Cómo puedes crear un lugar así, con todo lo que has dado de malo al resto del mundo?
A lo que Dios, convencido y maliciosamente risueño le respondió:
_ No se preocupen, a ese lugar bello, le enviaré un gobierniiiiiiiiiito……
Lo que pasa en República Dominicana es más o menos lo mismo que pasa en todos los países de esta área. Personas hábiles llamados políticos, grandes masas con poca memoria histórica, incultas y pobres o pobres e incultas, con ninguna o muy poca visión de futuro, pues para ellas el futuro llega exactamente hasta la hora de comida de cada día, las peores prácticas para agenciarse y mantener el poder, clientelismo, corrupción, partidos políticos manejados como fincas privadas, que repiten discursos exactos cada cuatro años, momento en que se acuerdan de esa masa pobre e inculta pues es el único momento en que la necesitan, dinero y más dinero, promesas y más promesas. Burlas, insultos, chismes, etc.
Lo que pasa es que anunciamos una democracia y en realidad vivimos lejos de ella, a no ser porque en esto de democracia, todos, ricos y pobres, dirigentes y dirigidos, de un partido u otro, entienden que pueden hacer lo que les da la gana. Conclusión, a mi entender, no existe una República Dominicana. Existen miles. Cada uno tiene la suya propia. Aquella que permite hacer lo que yo quiera.