jueves, 5 de julio de 2012

PREFIERO MIL VECES AL GOBIERNO DOMINICANO.


Después de intercambiar varios correos con mi amiga Nilsa, me animo a escribir sobre este nuevo viejo tema.

Llegué a República Dominicana el 6 de diciembre de 2007. La salida de Cuba fue complicada, ya saben, en mi caso era sin regreso y dejaba allí a un ejército de personas a las que quiero, donde estaban incluidos mi esposa Martica y mi hijo Jonathan. Ni a José Martí le fue tan difícil el tema pues cuando lo deportaron era muy joven. La llegada era también complicada desde el punto de vista emocional, en el aeropuerto de Santo Domingo, me esperaba mi hijita Jennifer y mi yerno Yordán, a los que no veía personalmente hacía un año y medio.

Con esa mezcla de sentimientos, entré al edificio del aeropuerto después de haberme bajado del avión y lo primero que me encuentro es con un cartel enorme, como de 5 metros de largo, muy colorido,  que en letras grandes decía: “Bienvenido Hermano Dominicano”. No sabía lo que pasaba en realidad, pero lo de bienvenido y hermano me pareció fantástico, pues la tradición cubana, para los cubanos que regresan a la isla para visitar a su familia, es todo lo contrario.

En Cuba casi siempre son bienvenidos los turistas extranjeros, no importa de dónde vengan o quiénes sean, y uno que otro cubano que regresa “victorioso” de las ya acostumbradas misiones internacionalistas que el gobierno hace muchas décadas promueve. Pero, ¿bienvenido hermano cubano? Eso no existe. Los cubanos somos de muchos tipos, si eres fiel al gobierno, al menos en apariencia, entonces eres compañero cubano. Si vives en el exterior, por cualquier razón que no sea autorizada por el gobierno, entonces eres traidor, escoria, gusano, apátrida, y aunque ahora te dejan entrar a Cuba con más facilidad y todo el mundo sabe que además de ver a los tuyos, vas a gastar dinero que para en las arcas del gobierno casi todo, de bienvenido nada.

Luego de pasar el cartel, me encontré frente a un grupo artístico, músicos y bailarines, que se divertían interpretando un insoportable “perico ripiao” y alguien sin preguntar quién yo era y cuál era mi creencia política o religiosa, me ofreció un trago como bienvenida. Era diciembre y el mundo, menos Cuba que pertenece a otra galaxia, estaba de fiesta. Mi vuelo de Cubana de Aviación había coincidido con la llegada de un vuelo de New York cargado de dominicanos que regresaban a su país, si a su país, para disfrutarlo, si exactamente para disfrutarlo.

Comencé a ver el movimiento de los “dominicanyork”, que es como se les llama aquí a los que han logrado mudarse o han nacido en New York básicamente, lugar que pertenece un poco a los dominicanos. Y para mi asombro todos venían cargados de bultos. La imagen me pareció al principio grotesca, pues los bultos eran categóricamente excesivos, enormes maletas, maletines, cajas y más cajas. Personas con varios carritos llenos de paquetes y cajas, desde TV y equipos de música hasta juegos de sartenes y también como en Cuba, afuera los esperaban las familias completas, desde niños recién nacidos hasta las abuelas nonagenarias en sillas de ruedas, todos dando gritos. Así somos los latinos, nos parecemos en eso de los paquetes y los gritos, nos movemos en grandes grupos siempre y si es para esperar a alguien que viene del extranjero, hasta el gato se apunta.

Vivo feliz aquí desde ese santo día y he logrado aprender. Para beneficiar a los suyos al menos como regalo de fin de año, el gobierno dominicano libera los impuestos entre los meses de noviembre y enero, o sea, no tienes que pagar nada por entrar todo lo que puedas montar en el avión que te trae desde tu lugar de origen. Si la línea aérea te deja montar en elefante y llega vivo, lo puedes pasar. Imagino que si muere en el viaje también lo puedes pasar, al fin de cuenta, la carne de elefante se come y al menos para la primera fiesta debe alcanzar.

El gobierno dominicano estimula a los ciudadanos dominicanos, verdaderos dueños del país al menos en ese aspecto, para que traigan a sus familias lo que les venga en gana y les puedo asegurar que si existe algo en RD son tiendas de todos los tipos, desde pequeños estanquillos de acera hasta grandes y modernas supertiendas,  que venden lo inimaginable.  A nadie le importa durante esos meses. Si le quieres traer a tu madre un TV del tamaño de una guagua, o un refrigerador del tamaño de un iglú, sencillamente ese es tu problema. Si lo pudiste comprar o lo encontraste en una esquina tirado y lo pudiste subir al avión pagando o te lo trajeron de gratis, a nadie le importa. Al final siempre habrá una mamá dominicana que se beneficia. Y ese es uno de los objetivos de cualquier gobierno. Si la gente se beneficia el gobierno está trabajando bien, si la gente emigra, tal como dijera Martí, los gobierno sobran.

Recién me acaba de llegar vía correo una noticia “nueva”, sobre la “nueva” medida para aumentar los aranceles a los productos que entren a Cuba y excedan el precio de 50 pesos cubanos. ¿50 pesos cubanos? La resolución No. 122 de 2012 de la Aduana General de la República, así como las resoluciones 222 y 223 del Ministerio de Finanzas y Precios, indican que los aranceles se aplicarán a las misceláneas "que se importen sin carácter comercial por personas naturales mediante envíos por las vías aérea, marítima, postal y de mensajería" ¿Pero se volvieron locos nuevamente?

¿A qué le llaman misceláneas? Pues nada, sencillamente se identifica como misceláneas a “calzado, confecciones, alimentos, artículos de aseo personal y del hogar, bisutería, lencería, perfumes y similares". Exactamente lo que todos, incluyendo al gobierno, necesitamos para vivir.

La medida se veía venir. La verdadera intención es darle un golpe al tema de las llamadas “mulas” y sacar dinero a cualquier costo. Como siempre, una vez más, el gobierno cubano, bota el sofá. Y al tratar de controlar lo que hace 50 años trata de controlar y no ha podido resolver, perjudica a todos por igual.

La pregunta es, ¿quién se beneficia con esto?, ¿quién puede estar de acuerdo? Es verdad, las llamadas mulas existen, más que eso, siempre han existido, pues yo recuerdo que en una época cuando aún era niño, allá por los años 70, las rusas, las alemanas, etc.,  que vivían en Cuba gracias al intercambio de seres humanos entre el campo socialista, se dedicaban a vender en el mercado negro los productos que podían comprar en las tiendas habilitadas exclusivamente para ellos. ¿Por qué? Porque no los había en las tiendas habilitadas para los compañeros cubanos.

Siempre ha existido en Cuba el mercado negro, incluso en los llamados “años de gloria del socialismo cubano” ¿Por qué? Porque en realidad, ni en esos años dorados, el gobierno podía suministrar, proveer, entregar, vender, lo que la gente necesitaba o quería consumir. Entonces es entendible una cruzada contra las mulas que trafican drogas, contra los terroristas, contra las personas que trafican con seres humanos, pero cogerla con alguien que trata de llevar unos zapatos, unos cepillos de dientes, ropa, etc., es brutal.

Más, vuelve entonces la diferencia. Los cubanos que viven en Cuba pagan de una forma, los cubanos que viven fuera de Cuba pagan de otra. Unos pagan en moneda nacional, otros pagan en divisas, 10 pesos o 10 CUC por cada kilogramo extra. ¿Es lo mismo 10 pesos cubanos que 10 CUC? Que descaro. Los residentes pagaran la primera vez en moneda nacional sólo el arancel, pero la segunda vez en el año tendrán que pagar en monedas nacional pero al cambio con la divisa según esté en ese momento la tasa de cambio establecida para la población. Además la medida plantea que los que reciben paquetes por agencias, y el peso exceda los 3 kilogramos, tienen que pagar una tarifa del 100% del valor de la importación. ¿Qué es 3 kilogramos? Nada.

Una vez más, al final de la medida, sólo se perjudica a la gente que aún sigue allí. Los que viven en el extranjero se encabronan, pero al final de la historia, van o no van a Cuba, llevan o no cosas, pero para los que allí viven la idea es bien diferente.

¿Dónde está el calzado de buena calidad y buenos precios en moneda nacional?, ¿Dónde hoy se puede comprar un pantalón “de salir”, una buena camisa, que no sea en las asesinas tiendas en CUC?, ¿Dónde está la producción industrial que garantiza, los cepillos de dientes, el papel sanitario, los jabones, en la cantidad que cada cual decide que necesita o quiere comprar? Porque ya sabemos que no alcanza con un papel sanitario mensual para 5 personas, o un cepillo de dientes, si personal, pero cada 6 meses. ¿Dóndeeeeeeeeeeeeeeee estáaaaaaaaaaaaaa la azúcarrrrrrrrrrrr y la sallllllllllll?

Qué locura. ¿Qué economía se está tratando de proteger? La medida además de macarrónica, es una de esas medidas hechas desde el mal y para el mal. ¿Cómo es que pueden tener cerebros para producir estas medidas? No puede tener otra explicación, si el gobierno fuera fuerte y no tuviera miedo, no se preocuparía por estas historias. ¿A qué gobierno le perjudica que mi madre tenga un TV del tamaño de una guagua, si al final de la historia los pocos canales de televisión que existen son del gobierno? Deberían estar contentos, pues mi madre al menos podría ver mejor y más grande la programación que el gobierno se inventa.  

No voy a Cuba mañana mismo. No me afecta directamente, pues no trabajo como mula. Pero en realidad me jode que un gobierno incapaz hoy de satisfacer lo mínimo que necesitan sus compañeros ciudadanos, se abrogue el derecho de legislar tanto en su contra. Recuerdo a mi  padre, el cual terminó su vida diciendo que el socialismo era una epidemia.

Yo, con todos los problemas que realmente existen, prefiero mil veces al gobierno dominicano.

miércoles, 4 de julio de 2012

LAS LEYES DE LA VIDA.


La vida es un largo viaje que tiene sus propias leyes. Es cierto que podemos pensar y actuar para mejorarla. En realidad eso nos corresponde. Pero hagamos lo que hagamos, existen leyes universales que rigen sin favoritismo. Tal como dice Andrew Mattews en su libro, no importa que “seas pastor de cabras o programador de computadoras, se aplican las mismas leyes”, o sea, al menos en esto no importa que seas negro o blanco, rico o pobre, inteligente o menos inteligente, etc., a todos nos afectan por igual.

Ley de la Semilla.
Ésta es bien sencilla de entender, pero increíblemente difícil de aplicar debido, pienso yo, a esa cuota que aún nos queda de irracionalidad.
Si plantas una semilla hoy y tienes paciencia,
después de varios meses de arduo trabajo, podrás recoger frutos.
Bien sencillito y fácil de entender. ¿Verdad? De seguro muchos de nuestros padres y abuelos, con menos estudios, lo sabían y practicaban. Sin embargo, nos resulta difícil hoy pensar y sobre todo vivir así. Nuestra vida rápida nos condiciona y termina por presionarnos.
Nos graduamos de un estudio y queremos un buen trabajo, sobre todo con buen salario y si puede ser de gerente mejor. Queremos muy rápido comenzar a echarnos fresco, tener casa con piscina, un Mercedes Benz y pasear por las islas del Caribe. Comenzamos un negocio hoy en la mañana y en la tarde vamos al banco a pedir un préstamo para comprar un carro. Llegamos como emigrantes económicos, o sea, en busca de trabajo para poder vivir, nos descubrimos inteligentes y más que eso, hábiles o vivos, y luchamos a los pocos segundos para ser dueños o jefes. Tal como si el resto no existiera.
No está mal, el deseo de luchar y progresar ha movido siempre a la humanidad, pero al querer violentar la ley de la semilla, o sea, sembrar, trabajo paciente y luego recoger, nos metemos en un gran enredo.
Es cierto, si trabajas bien, recibirás los beneficios, pero como dice Mattews, MÁS TARDEEEEEEEEE. A veces es necesario que pasen algunos años. Ni la Biblia dice que los beneficios son para ahora mismo. Tienes que trabajar mucho y muy bien sin importarte más nada, entonces un día, alguien se fijará en ti y mejorarás.
Hemos llegado al momento que reservamos los esfuerzos y los condicionamos a lo que recibimos. Si me pagan mejor entonces trabajaré mejor. Si me pagan 5 pesos produzco 3 ideas, pero si me pagan 10 pesos entonces podré producir 3 ideas más. Error.
Escribí un libro, una biografía sobre Nabij Khoury, emigrante libanés que llegó a RD con 13 años procedente de Bazbina, un campo en el Líbano. Durante los meses de trabajo tuvimos varios encuentros para poder yo enterarme de lo que él había vivido y quería trasmitir y recuerdo que como algo muy definido en su filosofía de vida, de lo cual está más que orgulloso, me dejó siempre dos ideas muy claras:
1.- Siempre se arropó hasta donde la sabana le alcanzó. Nunca vivió por encima de sus posibilidades. Siendo ya dueño de dos negocios que producían dinero, se trasladó en bicicleta durante años. Compró su primer automóvil varios años después de haber comenzado, un pequeñito VW de uso.
2.- Nunca gastó su dinero en inventos superfluos, siempre fue un hombre sencillo. El dinero que produjo lo invirtió, a veces con acierto otras no, pero nunca vivió por encima de sus reales posibilidades. El dinero no era para botarlo.
Hoy Nabij exhibe una vida que puede causar envidia a miles, quizás a millones de personas y eso me sirve de ejemplo constante para mis alumnos. Siempre les comento que el marketing no es magia, tal como muchos pretenden que sea. Me haré famoso por ésta frase. Hay que pensar con claridad, luego invertir bien, trabajar mucho y después de tener a Dios como aliado, poseer el dinero que te permita aguantar muchos meses. No hay negocio que entregue beneficios a la mañana siguiente de haberse establecido. Una cosa es vender, otra es obtener beneficios.
Si todo fuera tan sencillo como en los libros, todos fuéramos millonarios y la realidad, lamentablemente, dice lo contrario. Entonces si siembras una semilla hoy, mañana por la mañana, sólo recogerás una semilla mojada o podrida. Para recoger frutos hay que esperar y esperar, sin dejar de trabajar.

Ley Causa y Efecto.
Si siembras hoy 10 semillas, no tendrás 10 árboles mañana.
Es cierto, tal como lo explica Mattews, algunas de las semillas se quemarán por el calor, otras se pudrirán con la humedad. Una parte se las llevará el agua que penetra en la tierra y otras servirán de  alimento para algunos animalitos. Para tener 10 plantas grandes, tienes que depositar en la tierra, 20, 30 o quizás 50 semillas. Eso también lo sabían nuestros abuelos sin títulos universitarios. Ahora recuerdo que muchas veces nos ponían a resembrar posturas en los espacios que quedaban vacíos después de la primera siembra en aquellas tristemente famosas escuelas al campo. Quizás muchos de ustedes también lo recuerden.
Para conseguir un buen y estable cliente, tienes que visitar 10, 20 o más prospectos. Para conseguir un buen amigo tienes que hablar con todo el mundo, abrirte, escuchar, estar dispuesto a compartir y ayudar y dentro de todas esas personas con que te relaciones todos los días, aparecerá el amigo para la vida. Para tener a tu lado una buena mujer, tienes que probar con muchas mujeres y tener la capacidad de discernir. JAJAJAJAJAJAJAJ.
Trabajé en Cuba con un fotógrafo profesional italiano hace ya algunos años. Francesco Venturi, además de buen fotógrafo, es el dueño de una casa editora de libros ilustrados en Londres y viajó a la isla para hacer un libro sobre arquitectura en La Habana. Me quedaba maravillado, en realidad impresionado, con lo calidad de las fotos que publicaban en sus libros. Francesco se reía, siempre se reía y me explicaba. “No hay magia, sólo trabajo, mucho trabajo y un poco de dinero”.
¿Cuál era el método entonces? Se escogían los objetivos a fotografiar. Si había que estar a las 5:00 am, pues había que madrugar, si había que meterse en el fango de cabeza, pues al fango y a cada objetivo se le tiraban 20 fotos diferentes, que luego eran llevadas a una mesa de trabajo y después de un rigoroso análisis con expertos, se seleccionaba la que se llevaría al libro. ¿Resultados? La suprema calidad, nada anterior era ni remotamente parecido. Pero para escoger una fotografía, era necesario encuadrar, hacer pruebas y como mínimo dedicar 20 fotos de aquellos rollos de 36 milímetros.
Buenos fotógrafos eran los cubanos, me decía Francesco, pues durante muchos años, antes del invento de las cámaras digitales, sólo le daban un rollo con posibilidad para 36 fotografías y tenían que entregar 36 fotos buenas. No eran fotógrafos, en realidad eran genios.
He pensado mucho mientras escribo y me hago yo mismo la pregunta que quizás algunos de ustedes se esté haciendo ahora mismo mientras lee. ¿Pero en realidad el autor de este artículo ha logrado la perfección que proclama?
Para nada, es la respuesta. Sólo trato de aprender mientras escribo o escribo para poder aprender.

viernes, 29 de junio de 2012

LA VIDA ES UN GRAN VIAJE.


Hace dos días estaba sentado frente al televisor mirando, nada y de repente escuché una frase, me llamó la atención, me levanté y la escribí en un pedazo de papel para que no se me olvidara. Podría averiguar quién, cuándo y por qué la dijo, hoy resulta relativamente fácil, pero no es tan importante el origen sino su contenido, por lo que prefiero reflexionar sobre ella.
“La vida no se trata de llegar a un destino, sino de disfrutar el viaje”
La idea, de seguro hija de algún sabio de una cultura antigua como la china o la griega, es una de esas verdades que a pesar de su claridad a muchos nos cuesta trabajo reconocer. La vida es eso, un viaje. Camino del cual sabemos muy poco.
Nuestro viaje comienza con la famosa concepción, donde de forma planificada o por accidente, el óvulo queda fecundado por el espermatozoide. Héroe dentro de millones que después de vencer miles de obstáculos logra sobrevivir y cumplir con su objetivo. De ahí en adelante comienza ese viaje sin rumbo definido, sin tiempo exacto para llegar al final, sin un destino previamente seleccionado. Unos mueren al nacer, incluso antes, otros permanecen sobre La Tierra más de 100 años. No existe esquema.
Tal como dice el programa de TV “1000 Maneras de Morir”, nacemos y tenemos que enfrentar diariamente miles de posibilidades de morir. Mal funcionamiento de nuestro cuerpo, enfermedades, bacterias y parásitos asesinos, accidentes, envejecimiento, guerras, catástrofes  y uno que otro semejante que trata de agredirnos, a veces para quitarnos lo poco que poseemos, a veces por el sólo hecho de agredirnos, por lo que mantenernos vivos y llegar al final de cada día, es todo un mérito. Quizás el mayor de los mérito que podamos alcanzar. Al igual que hacen las escuelas para reconocer los estudios que terminamos, sería bueno que al terminar de vivir cada año, se nos entregara un título o diploma como reconocimiento al haber logrado ese objetivo que está presente independientemente de todo lo otro que podamos o tengamos que hacer.
Entonces, luego de vivir 9 meses en un medio líquido como dentro de una pecera, salimos y pasamos los primeros años de nuestra vida, dentro de nuestra familia de origen, nuestro primer grupo. Otra pecera, ahora sin agua. Ahí aprendemos, ahí nos domesticamos. Consumimos lo bueno, lo aceptable, lo permitido y también somos víctimas de lo malo, los vicios y las deformaciones. Consumo de lo bueno y lo malo que  luego arrastramos toda la vida sin pensar mucho, como una marca que no se ve pero existe. Experiencia que muchas veces termina por conformar nuestra mejor  y más sólida tesis: “yo soy así, así me enseñaron, no tengo por qué cambiar”
Un buen día nos enteramos que somos grandes y tenemos que continuar solos, comenzando la segunda etapa de nuestro viaje, quizás la más difícil. Traemos inevitablemente lo que aprendimos y fuimos cuando niños y al enfrentarnos al grupo más grande llamado sociedad, agregamos otras enfermedades que hacen del viaje un infierno. Sólo los mejores se salvarán. Tal como los espermatozoides, sólo los que tomen conciencia de la importancia de la vida y busquen solucionar las deformaciones, saldrán ilesos.
Nuestro paso por la sociedad de hoy nos introduce en temas bien complejos. ¿Lo importante es lo que soy verdaderamente o lo que tengo?, ¿El éxito significa acumular y acumular y tratar de parecerme a alguien que tiene muchas más cosas que yo? Si, lamentablemente a veces es así. Los que tratan de romper con esto aparecerán como anormales o locos.
La sociedad actual, o sea, la mayor parte de las personas que dentro de ella existen, valoran el éxito por las cosas materiales que se logran acumular. No importa si sirven para algo, no importa si son funcionales, lo importante es tener, sobre todo poder mostrar que tenemos. Eso es haber alcanzado el éxito. Nos convertimos entonces en vitrinas, que terminamos consumiendo lo que otros consumen, nos convertimos en imitadores con tal de ser aceptados por el medio donde nos desenvolvemos. Llegamos no sólo a comprar y consumir igual, sino a caminar, posar e incluso hablar igual que otras personas. Es una pena, habernos esforzado tanto para sobrevivir y terminar imitando a las hermanas Kardashian, Paris Hilton o Shakira; o terminar comprando una camisa o un pantalón por una etiqueta; o aspirar a un automóvil o un celular por lo que otras personas puedan pensar del éxito. Peor, ir a un gimnasio con la única explicación de parecer inteligente.
La vida moderna, asesina de la individualidad y la creatividad, termina creando en los descerebrados imágenes a imitar y por supuesto introduciendo enfermedades mayores, tales como la ansiedad, la irritabilidad, la insatisfacción insana o enfermiza, en resumen el estrés. No estamos contentos con lo logrado. Nada nos llena. Siempre queremos más.
Y entonces convertimos nuestro camino en algo tormentoso e infernal, dedicándonos a llenar nuestro deseo de tener y acumular, lo que nos impide disfrutar el viaje. Es raro y tonto, pero penosamente es así, al menos para una gran mayoría.
Vivo en República Dominicana desde hace 4 años. Trato de reflexionar todos los días sobre lo que me rodea y descubro que, muchos ricos están jodidos como personas, y precisamente la causa de sus males personales y familiares está precisamente en lo que el dinero los ha deformado y entonces los pobres están también jodidos, pero a mi criterio están peor, no por no tener dinero, sino sencillamente por querer a brazo partido imitar a los ricos. Gran problema, la gente ha perdido la capacidad de pensar y valorar y se dedica sólo a imitar.
Por pensar en alguien ahora, pienso en Michael Jackson. ¿Quién podría haber pensado que a esta hora, joven aún, estaría muerto y que lo que más dejó fue deudas?, ¿Michael Jackson con deudas? Creo que nadie. Pero en realidad, ni la famosa casa donde vivía, con parque infantil incorporado sueño de todo niño, era de él. Horrible forma de terminar su viaje.
Deberíamos urgentemente pagarle a alguien para que nos enseñe a ser felices. Antes de que sea tarde deberíamos aprender el valor del éxito y su significado. Esa es la disyuntiva que tenemos para enfrentar y poder disfrutar nuestro viaje. Entonces: ¿es mejor el que escribe un poema o el que tiene una jeepeta?, ¿es mejor el que salva una vida o el que tiene una majestuosa casa?, ¿qué es mejor ser un buen profesional o un maniquí que exhibe ropa, carros, casas?, ¿qué es mejor tener un hermano y compartir con él el único pan que se tiene o tener un hermano rico con el que no se pueda contar para nada?
De la definición que demos a estas preguntas y a otras más, dependerá la calidad de nuestro viaje. En sentido general podemos escoger entre la insatiscacción insana de no conformarnos con nada y querer más y más, lo que terminará por distorsionar el objetivo y convertir la vida en una guerra o tratar de disfrutar el viaje, descubriendo los detalles mínimos que existen durante el trayecto.
¿El viaje hasta cuándo durará? No lo sabemos. 
Yo particularmente ya a mis casi 50 años soy un sobreviviente, entonces valoro cada día cuando abro los ojos y veo el Sol. Siempre he tenido una convicción, trato de disfrutar el viaje sin pensar mucho en el destino y sobre todo trato de no convertirme en un maniquí.

viernes, 15 de junio de 2012

Educación Superior en República Dominicana.


Diario Libre, periódico que leo con frecuencia, acaba de publicar una información que debe tener a los dominicanos y sobre todo a las autoridades gubernamentales medios revueltos. Y como me toca directamente y me interesa, me arriesgaré a hacer algunos comentarios.

Según la noticia, la consultora Quacquarelli Symonds (QS), con sede en Londres, dio a conocer ayer, 13 de junio del 2012, un listado donde aparecen las mejores 250 universidades de Latinoamérica, según los resultados de una investigación que acostumbran a hacer anualmente en nuestra área geográfica, dentro de ese ranking, bastante amplio por el número de centros enunciados, no aparece ninguna universidad dominicana.

La mencionada consultora basa su evaluación en siete criterios, que no conozco pues no se mencionan en el artículo periodístico, pero confío que deben ser aquellos que mejor puedan diferenciar y evaluar la calidad de un centro docente universitario. No creo que ésta consultora, al parecer prestigiosa, haga algo diferente.

Brasil es el país con más universidades en el listado, aportó 65, seguido por México al que le reconocieron 45 universidades.  La mejor escuela resultó ser la Universidad de Sao Paulo, Brasil, seguida por la Pontificia Universidad Católica de Chile. Enseguida devoré el artículo buscando con esa maldad escondida alguna información sobre la experiencia cubana. Estaba seguro que algo encontraría a menos que a la consultora no se le permitiera visitar los centros docentes en la isla grande. Efectivamente, ahí estaba Cuba, país devastado desde todos los puntos de vista, clasificó dentro del listado con 5 universidades, por encima de muchos países del área como Paraguay, Panamá e incluso Puerto Rico.

De esto conozco un poco. Nací en una familia de profesores prestigiosos, creo haberlo dicho antes, por lo que los cuentos dulces y amargos de la educación en Cuba los domino desde mi infancia. Hoy recuerdo a mi abuelo Rafael Grillo y a mi tío Carlos Rafael Grillo, dos versiones diferentes como personas, pero ambos de los mejores abogados civilistas  y profesores universitarios que tuvo la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana por muchas décadas. Mi tío abuelo José Antonio Grillo, todo un gurú en el Derecho Procesal Penal, casi irreal por su prestigio, quien también dedicó su vida a la enseñanza universitaria luego de triunfada la Revolución de 1959.

Recuerdo por supuesto a mis progenitores, Rolando y Alicia, ambos profesores, de esos que solemos llamar “de antes” para diferenciarlos del deterioro que fue ocurriendo con el paso de los años. Mi padre ya no está entre nosotros, partió cuando todavía no le tocaba. Mi madre aún se mantiene impartiendo clases, a pesar de la edad que ya tiene y de los miles de inconvenientes que existen. Personas que amaban su profesión, que sentían por ella un gran respeto y dedicaron su vida a estudiar y superarse para luego poder enseñar y como consecuencia hacer vibrar a los alumnos en las aulas.

Entonces para seguir la tradición, desde hace casi 20 años, después de haber llegado por pura casualidad, imparto clases en el área de marketing, dirección de empresas y ventas.

No estudié para profesor, mi pasión era la investigación histórica y sobre todo la posibilidad de conversar – discutir sobre historia y política. Eso aún me atrapa. Pero como todo en la vida, después de abandonar la historia como especialidad, un día mi madre me pidió que la ayudara con un curso para el que no encontraba profesor  y después de decir que no muchas veces y protestar hasta el infinito, lo que era normal en mi cuando joven, me incorporé “voluntariamente” a impartir clases. Esto me cautivo, de todas formas lo que me gusta es hablar y compartir ideas,  y entonces hasta hoy lo sigo haciendo con muchísimo gusto y para no quedarme atrás con relación a los míos, no por que lo diga yo, sino mis alumnos, lo hago con muy buenos resultados.

Comencé en el Instituto de Comercio Exterior, que bien podría considerarse una facultad universitaria y luego me incorporé a dar clases en la mismísima Universidad de La Habana. Experiencia  y aval que terminaron por facilitarme las cosas cuando me mudé a República Dominicana, pues desde casi inmediatamente que me organicé, lo que como todos saben ocurre muy rápido, comencé a impartir clases en una universidad privada y luego he ampliado mi trabajo a otra universidad, también de las privadas. Insisto en lo de privado, pues para los que nacimos y vivimos la mayor parte de nuestra vida en el socialismo cubano, la idea de una universidad privada tiene mayor connotación. Al menos eso pensamos cuando no hemos llegado a una de ellas.

Pues sí, imparto clases en dos universidades en Santo Domingo y mi experiencia después de más de 4 años consecutivos de trabajo, es que tienen muy pocas cosas que puedan impresionar. Lo de privado es más que todo para cobrar mucho dinero a los alumnos por estudiar, pero en realidad más nada.

En sentido general la educación a todos los niveles en República Dominicana es bastante mala. No conozco todos los colegios y universidades obviamente, pero con sólo ver a los bachilleres que se gradúan de los llamados “colegios de ricos”, para ni hablar de los colegios públicos y conocer a algunos estudiantes universitarios que estudian en las universidades más famosas del país, puedo concluir que un mal técnico medio en Cuba, es aquí un buen licenciado o ingeniero en cualquier especialidad. De ahí la buena imagen que tienen los cubanos como profesionales.

No obstante, lo lamentable de todo esto, es que muchos de estos colegios y universidades piensan que son la última Coca Cola del desierto, por la megalomanía con que muchos viven, lo que es fácil de comprobar en las palabras textuales del periodista que escribió el artículo, cuando afirmó: “Sin embargo, sorprende que a pesar de existir en República Dominicana centros de educación  superior que hacen alarde de gozar de un gran prestigio por su calidad académica y aportes en el área de investigación, no hayan sido ponderados en la lista de las mejores universidades del área”

Hablemos de mi experiencia. Me quedé asombrado cuando en mi universidad, les recuerdo que privada, el bedel, frente a mi solicitud, me entregaba una tiza para dar cuatro horas de clase. 

¿Solo una tiza? Le preguntaba yo. El mejor de los días podía arrancarle otra. Arrancarle, es la mejor definición. No podía ser, le decía yo, vengo de un país que se está partiendo a la mitad y recuerdo que en las aulas siempre hay cajas de tizas para que los profesores puedan trabajar y obviamente los alumnos nos las tiremos unos a otros todo el tiempo. Un día traté de preguntar por un proyector. La respuesta fue: tiene que reservarlo con semanas de anticipación, pues la universidad solo posee uno. ¿Uno?

Los profesores terminamos dando clases con aparatos que los alumnos amablemente prestan. ¿Servicio de fotocopia, impresión, salón de profesores? Ni pensarlo. Los profesores andamos por los pasillos de un lugar para otro, como simples beduinos en el desierto.

Luego, como al parecer a pocos les interesa verdaderamente el tema educación, los sueldos pagados a los profesores son muy bajos. Tan bajos que ni los propios alumnos pueden creerlo. Esto hace que muy pocos dominicanos se sientan estimulados a dedicar su tiempo a las aulas universitarias, menos a investigar y escribir, por lo que cada día que pasa cuesta más trabajo encontrar profesionales capacitados, con experiencia, con una amplia cultura y formación que le permita interactuar adecuadamente con los alumnos.

Además, a decir de muchos dominicanos, la cultura de la población en general es bastante baja. No importa que seas rico o pobre, que hayas estudiado en un buen colegio privado o en un colegio público. En los colegios privados, según dicen, como se paga mucho dinero, los profesores están medio condicionados a aprobar al niño o joven. En los públicos, los niños o jóvenes se las arreglan para aprobar. Mi hijo Jonathan hizo su 4to año de bachillerato aquí, entonces puedo dar fe de lo que digo.

Es bien complejo. No sólo tiene que ver con la educación. Estamos frente a un pueblo que se debate todo el tiempo entre lo que realmente es y lo que quiere aparentar ser, partiendo de la idea suministrada por el mismo Presidente Leonel Fernández cuando declaró hace poco que República Dominicana, por el desarrollo económico que exhibe, puede ser considerado un “pequeño Nueva York”. Imagínense.

El tema sobre educación parece que va ser largo. La incapacidad para reconocer los problemas que existen y preferir vivir de imágenes inventadas, impide llegar a verdaderas conclusiones que permitan encontrar soluciones reales. El mal está determinado a vivir muchos años.  Baste interpretar lo que el Rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), declaró al evaluar el papel de la consultora: “muchas veces se toman parámetros que no van de acorde con la situación de las universidades dominicanas”.

A mi entender quiso decir que la consultora está totalmente equivocada en los criterios que sigue para evaluar a las universidades de toda un área geográfica tan extensa  y variada como Latinoamérica y el Caribe o sencillamente las universidades dominicanas pertenecen a otro planeta y la forma en que trabajan no permite que se les evalúe por los mismos criterios con que se evalúan a los demás.

Hubiera sido más sensato haber dicho: Estamos mal, tenemos que hacer un esfuerzo real para mejorar. Nos proponemos meter en la lista del próximo año al menos a una universidad. Pero es muy probable que dicho Rector crea en realidad que vive en un “pequeño New York” por lo que como se estaba evaluando a las universidades de Latinoamérica y el Caribe, las de República Dominicana están fuera de esa evaluación. No lo duden.

miércoles, 30 de mayo de 2012

Elecciones Presidenciales en República Dominicana, 2012. (final)


Bueno, entonces con todo este ambiente, llegó el esperado domingo 20 de mayo de 2012. Es válido decir que los dominicanos de todas las clases y estratos sociales, empresarios, estudiantes, militares, pobres y ricos, medios pobres y medios ricos, sentían miedo. Se respiraba cierta preocupación como la que no se había vivido nunca anteriormente, al menos en mis cuatro años aquí.

La justificación era hasta cierto punto entendible. El PRD venía dispuesto a ganar, en realidad ya se habían decretado ganadores antes de que comenzaran las elecciones y de no ocurrir esto en las urnas, amenazaron con que ardería Troya, en realidad República Dominicana, lo de Troya es demasiada aspiración. 

Como dije anteriormente los perredeístas son una masa fuerte y sobre todo muy perredeístas, o sea, la mayoría está asistida por un amor furioso a su partido, sentimiento que frisa en fanatismo irracional.

Los perredeístas, dirigidos por algunos de sus principales líderes, casi públicamente, habían amenazado con que habría problemas si existía alguna irregularidad, obviamente que no hicieran ellos. Llamarían al país a huelga, tratando de paralizar sectores claves como el transporte, asaltarían la Junta Central Electoral, escuché a algunos decir que prenderían candela por las cuatro esquinas a Santo Domingo y creo que saldrían a la calle, armados hasta los dientes, para cazar peledeístas.

Así, mis clases del lunes después de elecciones, se programaron suspendidas, porque los alumnos tenían miedo a que la calle se  pusiera mala si los perredeístas perdían. Aquello me pareció más que todo una histeria colectiva, pero …, suspendidas las clases.

El domingo de elecciones amaneció tranquilo. La gente fue a votar sin mayores problemas, dando quizás como nunca antes, una lección de democracia organizada. ¿Existieron problemas? Sí, claro, algunos, pero para nada grandes. Un civil armado por aquí, otro por allá, una jeepeta negra que pasó y tiró tiros a un local determinado, creo que algunos pocos heridos, algún que otro colegio que demoró en abrir y la gente movilizada desde temprano se cansaba esperando, jeepetas ocupadas con armamento,  pero en realidad nada grave.

El problema más que todo fue de los dirigentes de los partidos y sobre todo de los dirigentes del PRD. Como es costumbre, las elecciones presidenciales aquí, son observadas por muchas personas. Son tantas las historias de fraudes y la poca confianza que los partidos, los políticos y el gobierno de turno se tienen entre ellos, que cada día existen más observadores internacionales y nacionales en cada uno de los colegios y en la Junta Central Electoral para tratar de garantizar que no existan problemas. Llegarán a ser más observadores que electores. Como figuras vitales en la tarea de observar, están los representantes de cada uno de los partidos y candidatos, cuya misión más trascendental es llevar la cuenta “a boca de urna” de los votos de su candidato. Estas figuras, no sé por qué, se consideran ellas mismas más importantes que las propias elecciones. Y en muchas ocasiones es de ellas mismas de donde parte el problema.


Tensión todo el día. La TV,  montada en vivo para seguir y transmitir el evento, se encargó de ir dando informaciones oficiales y lamentablemente oficiosas que delataban los problemas, dándole a algunos de ellos una enorme magnitud, lo que lograba mayor tensión.

En medio de las elecciones, para agregar algún condimento que calentó aún más el proceso, muy temprano, un coterráneo nuestro, el periodista Roberto Cavada, ¿lo recuerdan como alguien importante, polémico, contrastante en la TV cubana?, de seguro no, permitió en su espacio televisivo que líderes perredeístas anunciaran públicamente que habían ganado las elecciones, lo que ocasionó euforia en la masa perredeísta. Cavada, que como saben, en el país de los ciegos el tuerto es rey, ha pasado de manso en Cuba a contestatario en RD y apoya abiertamente a Hipólito y por ende al PRD, se hizo eco de la noticia y provocó que el Presidente de la Junta, se vistiera de macho y mandara a cerrar el canal 11 por violar las leyes dominicanas. Cierre custodiado por miembros del ejército, como por si las moscas. Lo que ocasionó entonces una enorme furia entre la masa perredeísta, no porque le importe mucho Cavada y el Canal 11, sino porque cualquier cosa es buena para formar líos el día de las elecciones y entonces se escucharon frases de violación de los derechos civiles, ataque a la libertad de expresión, atentado a los perredeístas, etc. El ambiente más caliente.

Los colegios como estaba establecido cerraron a las 6:00 pm y a las 7:30 pm se emitió el Boletín # 1 con los primeros resultados. El por ciento de boletas contadas en ese entonces era muy pequeño, pero al dar por encima al candidato del PLD, Danilo Medina, el representante de Hipólito Mejía ante la Junta, comenzó lo que parece más que todo su actuación por un premio en las elecciones. El Sr., me ahorro el nombre porque para nada es importante en esta historia, comenzó a decir que los datos de la Junta eran falsos, que no coincidían con los datos que tenía el Centro de Cómputo de su Partido. Como leen, cada partido tiene su propio centro de cómputo para sacar sus cuentas y entonces cada partido quiere que los datos que funcionen sean los suyos, independientemente de que el único órgano decretado para procesar información y dar los resultados oficiales es la Junta Central Electoral.

A partir de este hecho, durante todo el tiempo que pasó, el discurso del PRD fue el mismo, los datos no coinciden con los de nuestro Centro de Computo, estas elecciones son un fraude, nos están robando las elecciones, pero en ningún momento pudieron, a pesar de la insistencia de los periodistas sobre este tema, demostrar cuáles eran los datos que ellos tenían, y cómo es que les estaban robando las elecciones. El Sr. decía que el Centro de Cómputo tenía la información y el Jefe del Centro de Cómputo decía que había que esperar a que hablara el candidato del Partido. Todo el tiempo en ese teje y maneje.

El día fue entretenido. Para mí los perredeístas sabían que habían perdido las elecciones desde mucho antes que comenzaran las votaciones, pero tenían que formar el show para justificar todo lo que hay que justificar después de meses de campaña y cifras millonarias invertidas en esto.

La mayor acusación fue que el PLD compró cédulas para evitar votos a favor del PRD. A partir de las informaciones emitidas por observadores independientes, como Participación Ciudadana, parece ser cierto, el PLD compró cédulas, pero lo más jodido es que, a partir de esos mismos observadores independientes, el PRD también compró cédulas, así que si de algo se puede acusar a los peledeístas es de que compraron más cédulas, fueron más hábiles y tenían más dinero.

El mecanismo de compra de cédulas es algo tradicional en la cultura política dominicana. Alrededor de los colegios electorales, cada Partido alquila casas, este año como algo moderno montaron carpas, para capturar a las personas y comprarles su voto. Las calles entonces se llenan de “delincuentes” o al menos eso parecen, que se autodenominan activistas, dedicados según ellos, a “orientar a las personas”. Vi a algunos de esos “activistas” y les costaba trabajo articular dos palabras juntas, por lo que creo que estaban incapacitados para orientar a alguien, pero estas figuras, las casas y carpas alquiladas son parte del folclor político o de la política folclórica dominicana y no hay nada que hacer. Sólo escuchar quejarse a los perdedores y las promesas de que para las próximas elecciones eso no se podrá hacer.

Al final los boletines se fueron sucediendo con el paso de la noche y en todos, el PLD y sus aliados eran ganadores, tal como se veía venir. Durante todo este tiempo el ambiente se fue enrareciendo y la gente de pueblo mostraba su preocupación, porque los perredeístas ahora más convencidos de que perdían, pero negados a reconocer tal perogrullada, comenzaron a patalear con la idea de que les habían robado las elecciones. Justificación absurda, pues a pesar de la compra de cédulas, la pérdida era más que evidente. Las caras y los discursos de las principales figuras del perredeísmo se fueron poniendo agresivos e incluso amenazantes, lo que hizo que el temor en la población aumentara.

Danilo Medina ganó por más del 51% de los votos, a más del 4% de su adversario más cercano, lo que prorroga  la permanencia del PLD por otros 4 años en el gobierno. Calculando y todo la compra de cédulas, y algún que otro muerto que pudo votar, la ventaja era abrumadora, por lo que el PRD jamás hubiera ganado. Los perredeístas se negaron a reconocer la victoria y amenazaron más fuertemente, lo que hizo que el gobierno mantuviera acuartelado con máxima alerta al ejército y a la policía, por si era necesario intervenir con urgencia para evitar males mayores.

Mis clases del lunes siguiente a las elecciones habían sido suspendidas programadamente, pero el martes me incorporé a trabajar y para mi asombro la histeria colectiva seguía. Mis alumnos, diferentes a los del lunes,  no lograban concentrarse debido a los rumores de que los perredeístas, todavía pataleando, la iban a formar. Habría parálisis total del transporte, algunos grupos armados, con las nada impresionantes armas de combate, etc. Trate de trabajar, pero, conclusión, clases suspendidas  nuevamente. Cada uno para su casa. Algunos a rezar, otros a esperar tranquilamente acompañados de una cerveza fría, otros a incorporarse a disfrutar los líos que se anunciaban. Esa es la verdadera democracia que tenemos.

Caminé desde la universidad hasta mi casa, una experiencia así no podía perdérmela. Eran las 8:00 pm y para mi asombro en los más de 7 kilómetros que recorrí, no había ningún problema. Solo un apagón, que imagino que fuera por pura coincidencia. Entonces, me quedé con las ganas. Tal fue mí decepción que pasé por una heladería y compré helado, cosa que nunca hago, para llevar a mi casa y compartir con los míos. Bajo apagón el helado suele saber más rico, da sensación de capitalismo.

Al final, como decimos en Cuba, más rollo que película. El candidato del PRD, Hipólito Mejía, en una actuación que bien vale la pena reconocerle, salió y sin aceptar explícitamente que había perdido, se proclamó el líder de la oposición para los próximos cuatro años, lo que creó un problema con el Presidente de su Partido que ahora mismo estamos viviendo, y llamó a las masas a la mantener la paz y a trabajar para el futuro. De esta forma calmó los ánimos, o al menos neutralizó a los miembros furiosos de su partido y evitó lo que se preveía como un mal mayor. Entonces no pasó más nada. Cada cual a lo suyo, como dice Serrat, en su canción Fiesta:
Y con la resaca a cuestas
vuelve el pobre a su pobreza,
vuelve el rico a su riqueza
y el señor cura a sus misas.
Se despertó el bien y el mal,
la zorra pobre al portal,
la zorra rica al rosal
y el avaro a las divisas.

El PLD volvió a ganar, y lo más triste es que volverá a ganar en las elecciones del 2016, si el PRD, pues no existe otro partido que tenga fuerza para oponerse, no cambia su estrategia política, o mejor no construye una nueva estrategia política. El PLD se prorrogará en el poder hasta que se aburra. Los peledeístas se sucederán unos a otros y eso, creo que aunque conveniente por ahora, tampoco es bueno. Tampoco es bueno para …, la democracia.

sábado, 26 de mayo de 2012

Elecciones Presidenciales en República Dominicana, 2012. (tercera parte)


Empecemos entonces por el Partido de la Liberación Dominicana.

El PLD, es el partido que llevó a la Presidencia de la República a Leonel Fernández, que a su vez es el Presidente del Partido. ¿Se entiende?

Leonel viene disfrutando, o sea, sacrificándose en el cargo por 8 años, dos períodos consecutivos, y la Constitución que el mismo presionó, mejor dicho, sometió para que fuera aprobada hace muy poco tiempo todavía, le prohíbe volver a reelegirse por un tercer período de forma continua. Estoy convencido de que a él no le faltan ganas para seguir “sacrificándose”, pero para lograr lo mucho, a veces hay que perder lo poco y sin dudas Leonel, pasará a la historia como uno de los políticos más brillantes que ha tenido el país, pero por mucho. Acusado de desarrollar al máximo la estrategia de “come solos”, es decir de beneficiar solamente a los más allegados seguidores, lo cierto es que hoy puede exhibir una obra coherente de gobierno, al parecer como ningún otro presidente que lo antecedió.

Entonces al no poder pensar en un tercer intento ahora, aunque estoy seguro que si lo pensó, tuvo que ceder la posición a Danilo Medina, político peledeísta que desde hace años espera su turno. A pesar de que Danilo, había sido su amigo y su estratega en el pasado, ahora mismo estaban medio fajados, después de haber estado fajados completamente, pero al “León”, perdón a Leonel, ahora como Presidente del PLD no le quedaba más remedio que promocionar y apoyar a alguien de su partido y entonces …, a quién mejor que a Danilo.

Danilo, inteligente, según dicen muy bien preparado, muy político y al parecer con una historia bastante limpia, pues sus adversarios, especialistas en chismes de esquina, no encontraron por dónde mancharla, pero poco carismático, poco líder, más bien tranquilo, con apariencia buenachona, sabía que solo no ganaría y a pesar del desencuentro con Leonel, “cumpliendo el compromiso con el Partido y con la Patria” aceptó el apoyo. El León, perdón Leonel “en defensa de los intereses más puros de los peledeístas” le pidió a cambio que llevara a su esposa, la Primera Dama de la República, como Vice Presidenta.
 
¿A Danilo le gustó? No sé, creo que no debe haberle gustado. No por rechazo a la Primera Dama, pues ella parece una buena persona, muy risueña y tiene una buena imagen como trabajadora, sino porque lo dejaba sin otra elección. Pero evidentemente esto era mejor que volver a quedarse sin nada, por lo que se viró de espaldas a Leonel, le guiñó un ojo y lo disfrutó.

Leonel no puede reelegirse nuevamente hasta el 2016, pero al estar su esposa en Palacio, de seguro podrá pasar por allí a comerse un mangusito con salami, queso blanco frito y tostones. ¿Quién puede impedir que un amoroso esposo, pase a almorzar con su mujer?

De esta forma quedó constituida la candidatura del PLD, apoyada por Leonel como Presidente del Partido y por si quedara dudas como Presidente del Gobierno Dominicano, por lo que la candidatura en vez de dos personas, estuvo todo el tiempo final compuesta por tres, nada anormal ésta idea para los dominicanos, pues el número tres es bien familiar, recordar, por sólo citar algo, lo de los tres Padres de la Patria.

Hablemos ahora un poquito del Partido Revolucionario Dominicano. Gran problema.

Bueno, la historia del PRD es otra, menos organizada. El Partido tiene como Presidente actual a Miguel Vargas Maldonado, candidato a Presidente de la República en las elecciones del 2008 y perdedor. Sólo ganó en experiencia. Empresario de éxito, aunque acompañado de miles de comentarios que cuestionan las vías por las que ha obtenido y mantiene dicho éxito, que ahora se quedó fuera de la tan deseada candidatura para Presidente de la República en las elecciones del 2012, por, entre otras cosas, una maniobra genial de su adversario el Presidente Leonel Fernández, quien lo convenció para que lo dejara gobernar en paz su segundo período con la promesa de que en las elecciones del 2012, nadie lo quitaría, a lo que se ha llamado el “pacto de las corbatas azules” por la gracia de que usaron dos corbatas muy parecidas.

Llegado el momento Miguel Vargas, por haberse hecho el manso con Leonel, de muy mala gana ahora, tuvo que aceptar que el Partido que él dirige, escogiera “democráticamente” a otra figura para llevarla como candidata a la Presidencia, dejándolo fuera en esta ocasión. De madre, ser el Presidente de un Partido y que la gente que diriges piense que no eres la persona que se pueda promover para las ligas mayores. Pobre Miguel, perdió las elecciones del 2008, se dejó manejar por Leonel y ahora ni fue escogido por los suyos como candidato para la elecciones del 2012. Se le acabará la vida y de Presidente de la República nada.  

La figura escogida por los perredeístas es nada menos y nada más que Hipólito Mejías, “Papá”, quien tiene en sus espaldas el haber desbaratado el país cuando fue Presidente en el período 2000 – 2004,  con una de las crisis económicas más grandes que recuerda la República.

Papá, con 71 años de edad, ya viejo y gastado para estos menesteres, hasta cierto punto cómico por las barbaridades que dice y la forma en que las dice, medio prepotente, resulta popular por su identificación con los “desposeídos”, sobre todo los desposeídos de conocimientos, con actuaciones que podrían semejarse a una persona con problemas psicológicos o una persona que envejece rápidamente y como envejece le da lo mismo que crezcan los niños o que crezcan los accidentes, por estar más allá del bien o el mal. La pregunta se cae de la mata. ¿No tenía el PRD otra figura para presentar como oponente?

Durante toda la campaña política, desde el mismo inicio, se evidenció algo que puede ser una causa de fracaso siempre. El PRD como Partido estuvo todo el tiempo dividido. Miguel Vargas como Presidente, agrupó en silencio a sus seguidores personales y para nada apoyó al candidato que su partido había seleccionado, obviamente como muestra de su inconformidad, tal como diciendo soy manso, pero no tanto. Papá, se dedicó entonces a hacer toda la bulla posible, identificándose como líder del Partido, sin apoyo de la estructura dirigente del mismo. Gran reguero.

Miguel Vargas y Papá, nunca aparecieron juntos haciendo campaña. Miguel declaraba que estaba haciendo su trabajo, pero…., ¿cuál es el trabajo del Presidente de un Partido en medio de una campaña política? Nada, evidentemente Miguel se estaba dedicando a transcribir y archivar actas, por lo que Hipólito se dedicó a hacer lo que le dio la gana. Asesorado, si es que se deja asesorar, por los antiguos amigos de su época como Presidente de la República y otros nuevos amigos que siempre se encuentran en el camino cuando de repartir, o al menos prometer que se repartirá algo, se trata.

No equivocarnos. Los perredeístas, desorganizados, olvidadizos, gritones, desfachatados para mi gusto, desposeídos de conocimientos, no son una fuerza desestimable en la política dominicana. Por el contrario, ser perredeñista es una causa furiosa, casi fanática, que se hereda como tradición familiar y que puede incluso no saber nada de nada, no analizar mucho, pero son perredeístas. Lo que pasó fue que confiaron ciegamente en la fortaleza de Hipólito como expresidente de la República y pienso que en lo de borrón y cuenta nueva, o sea, la gente no va a recordar el desastre de su gobierno. La gente está tan cansada de los “come solos” que apoyaran cualquier propuesta para sacarlos del Gobierno y se sintieron ganados desde el principio.

Más que todo, es cierto que llevamos 8 años seguidos de PLD y las ansias por acceder al poder, o sea, al dinero, hace ver fantasmas, por lo que no se podía aspirar a otra cosa en la masa popular que apoya a ese grupo político. Lo que primaba era que cuando el PRD llegara al poder, el dinero saldría a la calle. Pensamiento que define la intención de los que votan. No importa el programa político que traiga el candidato, no importa lo que haga o diga que va a hacer, no importa ni tan siquiera los discursos que dé. Hay dinero en la jugada, entonces votamos por él. No votamos por el mejor, sino que votamos en contra del que consideramos más malo. Y sobre todo votamos por el que más pague.

Mientras esto ocurría, el PLD poco a poco se unía y consolidaba. Ganaba fuerza el dúo Danilo-Margarita-Leonel. ¿Dúo? Los problemas internos del Partido, que siempre los hay, se resolvían como es tradición en ese grupo político, hacia dentro. Mostrándose cada día más fuerte, con un discurso más coherente y prometedor, sin ofender a nadie de la oposición, sin llevar esto al plano personal y sobre todo con mucho dinero como apoyo. Dicen los que saben, y es entendible y creíble, que con mucho dinero del gobierno.

Por último el Partido Reformista Social Cristiano.

El PRSC, partido que todavía se auto proclama seguidor de Balaguer, pero que en realidad no sabe para dónde va como partido, se dedicó estratégicamente a desarmarse. Una parte se mantuvo al lado del PLD, como lo había hecho en las elecciones pasadas, facción liderada por Carlos Morales Troncoso y la otra salió corriendo en medio de la campaña a unirse al PRD, específicamente a Hipólito Mejías.

Siempre me ha llamado la atención como se sigue diciendo que el PRSC es un partido de oposición, pues su Presidente Morales Troncoso, o sea, la máxima figura del Partido, cuya principal tarea es la oposición al PLD como Gobierno, resulta que es el Canciller de la República Dominicana. Nada más y nada menos que la mano derecha para los asuntos de política internacional que tiene el Presidente de la República. Si lo fuéramos a resumir el Canciller es el representante del Gobierno Dominicano ante los gobiernos extranjeros. Entonces, en qué queda la oposición, pues como todos sabemos, hay cosas de la política internacional que sólo se puede manejar entre amigos, e incluso a un nivel superior, tal como la mafia. Hay cosas que se manejan públicamente y hay cosas que sólo la hablamos tú y yo metidos en la playa con el agua casi hasta la nariz.

O estamos locos, o nadie sabe nada, o a todo el mundo le da lo mismo cualquier cosa o sencillamente todo es un descaro. ¿Cómo se puede ser Canciller de un Gobierno y a la misma vez, Presidente de un Partido político que declara que su primera misión es ser la oposición de ese Gobierno? Esto resulta hasta difícil de explicar.

Lo que se imponía desde hace años ya es que Morales Troncoso tendría que haber escogido entre ser el Presidente del PRSC y hacer un buen trabajo de oposición o renunciar a ese Partido y quedarse con la Cancillería y el apoyo al Gobierno. Lo de Canciller y Presidente de un Partido de oposición en la misma persona es demasiado fuerte. Pero a mi modo de ver, la Cancillería Dominicana es la finca del Canciller y esto se trata tal como una empresa privada, por lo que no tiene que ver con una determinada posición política, pienso entonces que de igual forma se trata el Partido.

Teóricamente en papeles, se ponen en la oposición para obtener los beneficios que la Junta Central Electoral garantiza a los partidos políticos, con tal de mantener el equilibrio de la llamada democracia que tenemos, pero por detrás y también a la cara, trabaja mano a mano con el Gobierno y el Partido al que dice oponerse. Si Balaguer se despierta y sale de su tumba, vuelve a morir.


Del resto de los Partidos, ya dije que no hablaría. Pocos, pequeñitos, con un discurso tan lindo pero tan ideal que a nadie le interesa. Lástima. ¿Podrán crecer? Creo que si, evidentemente cuando crezca República Dominicana.