jueves, 8 de septiembre de 2011

Dra. María Teresa Quidiello Castillo. Profesora, Mujer Pionera, Visionaria y Gran Humanista. (segunda parte)

2.- Labor en República Dominicana

En junio de 1962, recién llegada a la República Dominicana, se integró a trabajar en el Instituto de Formación de Líderes Políticos Juveniles que su cuñado Juan Bosh, años antes, había fundado en Costa Rica y en ese momento había trasladado a la capital dominicana para continuar contribuyendo con la formación de los jóvenes. Dicho instituto funcionó hasta finales de ese mismo año, pues tras la graduación de los primeros estudiantes, cerró sus puertas.

La Dra. María Teresa Quidiello se dirigió entonces a la Secretaría de Educación y trabajó como Asesora de Orientación Educativa del Instituto de Investigación Psicológica Pedagógica a partir de abril de 1963. La tarea principal fue organizar los programas de estudios para las Escuelas Normales formadoras de maestros. Para lograr este objetivo recorrió junto a otros especialistas todo el país para identificar las necesidades que existían en el campo de la Educación, que obviamente eran muchas, y escoger los mejores lugares para inaugurar escuelas, paralelamente participó en la elaboración y aplicación de las entrevistas y text, que se les hacían a los concursantes, de ambos sexos, que se presentaban como aspirantes a estudiar para convertirse en maestros.

En septiembre de ese mismo año, 1963, tras el golpe de Estado contra el Gobierno del Profesor Juan Bosh, una vez más como muestra del compromiso que siempre ha asumido, la Dra. María Teresa Quidiello renunció a su trabajo a pesar de los resultados positivos que había logrado tanto en el plano personal como institucional. No obstante su renuncia, por toda la labor que se había realizado, el trabajo continuó y al pasar de los años personalmente corroboró que muchas de aquellas primeras personas que habían sido seleccionadas, resultaron ser los primeros graduados como maestros que se dedicaron a partir de esa fecha a las labores de la enseñanza en diferentes lugares del país.

Al no encontrar trabajo en la República Dominicana por razones obvias, en el año 1964 viajó a Puerto Rico y con cierta facilidad encontró trabajo en la Universidad de Puerto Rico, Campus Río Piedra, donde estudió varios cursos de postgrado y al año después de su llegada, obtuvo el título de un nuevo Estudio de Postgrado en Orientación Educativa y a solicitud de la propia Universidad se quedó trabajando allí como Orientadora del Centro de Orientación del Decanato de Estudiantes y paralelamente como Coordinadora de las Prácticas de la Maestría en Orientación de dicha Universidad por seis años consecutivos.

Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD)

En 1970, por necesidades familiares, la Universidad de Puerto Rico le facilitó regresar a República Dominicana para emplearse como profesora y paralelamente continuar realizando, en suelo dominicano, una investigación para dicha Universidad. Se dirigió entonces a la Universidad Autónoma de Santo Domingo y presentó su curriculum en el Departamento Pedagógico de la Facultad de Humanidades, cuya Decana por aquellos años era Ivelisse Pratt. El Consejo Técnico de la Facultad de Humanidades, encargado de evaluar a los candidatos a profesores de inmediato aprobó su incorporación al claustro de profesores.

La Decana Pratt, al ver los estudios y experiencia que poseía, le solicitó una ayuda muy importante para la Facultad de Humanidades. Existía un grupo de jóvenes que no se habían podido graduar por no tener a alguien que les impartiera la asignatura de Orientación obligatoria dentro del programa de estudios. La Dra. María Teresa asumió la tarea e impartió la asignatura de Orientación Educativa, lo que facilitó que el grupo de jóvenes continuara con su plan, siendo ésta la primera vez que se impartió dicha asignatura en la Facultad de Humanidades y en todo el país.

Por los resultados obtenidos con los alumnos, se le pidió abrir la Carrera de Orientación Educativa en el Departamento de Pedagogía de la Facultad de Humanidades de la UASD. Entonces como profesora, su primera labor fue diseñar y presentar al Consejo Técnico para su aprobación, el plan de estudio completo de las Carreras Técnico en Orientación Escolar y Licenciatura en Educación Mención Orientación, tarea que enfrentó junto a Jacobo Moquete, quien por aquellos años fungía como Director de Orientación Profesional, encargado de orientar a los jóvenes que ingresaban en la Universidad sobre la carrera específica que habían matriculado.

El plan de estudio quedó aprobado por el Consejo Técnico sin tener que cambiar nada en el segundo semestre del curso 70 / 71 y con esto quedó aprobada la Carrera de Orientación que hasta ese momento no existía en el país, en la que la Dra. María Teresa Quidiello impartió casi todas las asignaturas a los primeros alumnos hasta que con el paso del tiempo, poco a poco, fueron incorporándose otros profesores que completaron el equipo.

Muchos son los recuerdos y anécdotas que la Dra. María Teresa Quidiello posee de estos 30 años de trabajo en la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Cientos han sido los jóvenes que han pasado por sus manos de profesora y han recibido no sólo la formación académica obligatoria, sino su experiencia, su ayuda en el plano humano, sus consejos, su cariño, etc. Alumnos que con el paso del tiempo desempeñaron o desempeñan hoy muchas funciones, algunas de alta responsabilidad, en diferentes actividades de la sociedad dominicana. Quizás el mejor ejemplo para ilustrar esto pueda ser la anécdota ocurrida muy al principio de su trabajo en la Cátedra de Orientación Pedagógica.

Un día de trabajo como tantos otros, recuerda haber recibido a dos jóvenes muchachas que cansadas de las carreras universitarias que le ofrecían en aquellos momentos y con poca información, fueron a parar a sus manos. Con la misma pasión que ha enfrentado todo en su vida, les explicó en qué consistía el plan de estudios y las potencialidades de la carrera, muy rápido las muchachas quedaron convencidas con los argumentos y seguras emprendieron sus estudios en el sector de la Educación. Esas muchachas de aquel entonces fueron Josefina Pimentel y Minerva Vicent, actuales Ministra y Viceministra Docente de la Secretaría de Educación de la República Dominicana, quienes acumulan una amplia hoja de vida en estudios y trabajos docentes y sobre todo se destacan por una enorme vocación humanista.

Paralelamente a sus clases en la Carrera de Orientación, impartió clases de Introducción a la Psicología, Psicología Evolutiva y Desarrollo Humano en el Departamento de Psicología durante 14 años consecutivos.

Durante esos años, un día de clases, un joven que caminaba por el pasillo, se asomó a por una puerta y reparó que había una profesora que impartía una clase y tenía frente a ella aproximadamente a 100 alumnos que se mantenían inmóviles y cautivados. El joven no conocía a la profesora, pero el hecho le llamó la atención y decidió incorporarse al grupo para enterarse de qué se trataba. Luego de terminar la clase, sin pensarlo dos veces ni consultarlo, se dio baja de la clase donde estaba y decidió inscribirse en las clases de la Profesora María Teresa. El joven de aquel momento es hoy el Dr. Leonel Fernández Reina, Presidente de República Dominicana.

Luego de treinta años de trabajo dinámico, creativo, comprometido e ininterrumpido, siendo Profesora Titular, Categoría Académica que obtuvo en 1994, se jubiló de la docencia presencial julio del año 2000, a la edad de 88 años.

En sus años de trabajo en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, asumió las responsabilidades, que aparecen aquí resumidas, muchas de ellas, como se puede ver, de forma paralela:

1970 – 2000. Laboró 30 años como Profesora en la Cátedra de Orientación del Departamento de Pedagogía de la Facultad de Humanidades.

1970 – 1984 – Trabajó 14 años de forma paralela como Coordinadora de la Cátedra de Psicopedagogía, esta última con carácter honorario, o sea, sin percibir un salario a cambio.

1973. Impartió clases en el Curso “Dinámica en la Enseñanza Universitaria”, obteniendo el reconocimiento de las autoridades de la UASD, quienes confirmaron que dicha participación había hecho posible el éxito del mencionado curso.

1972 – 1974. Participó como profesora en el 3er, 4to y 5to Curso de Perfeccionamiento para Profesores incorporados en el Plan de Reforma de la Educación Media, lo que le valió un reconocimiento directo en cada año de los Secretarios de la Secretaria de la Secretaría de Estado de Educación, Bellas Artes y Cultos.

1980 – 2000. Propuso la creación de una Pasantía para los estudiantes de la Carrera de Orientación que equivaliera a la Tesis de Grado. A partir de la aprobación se desempeñó como Coordinadora de las Pasantías de la Cátedra de Orientación del Departamento de Pedagogía, asesorando todos los informes finales de los pasantes durante todo el tiempo que estuvo frente a esta actividad.

1992 – Colaboró con el Rediseño Curricular de la carrera de Orientación y elaboró como coautora el marco teórico del plan de estudio que se impartiría.

1991 – 1994. Creadora y Coordinadora del primer Postgrado y luego de la Maestría de Orientación en la Formación de los Recursos Humanos para las Organizaciones, cuyo primer destino fueron los mismos profesores de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Curso que después rediseño como Orientación Ocupacional dirigido también a la formación de los recursos humanos de la propia Universidad. En dicha Maestría impartió la asignatura “Nuevas Corrientes Educativas y su base filosófica aplicada a la Orientación”.

Además formó parte de los jurados de múltiples concursos en las asignaturas de la especialidad de Orientación, desde los propios inicios de esta carrera y asesoró numerosas tesis de la Carrera de Orientación.

Participó como coautora del proyecto y del programa de la asignatura Orientación Académica e Institucional, dirigida a todos los estudiantes de nuevo ingreso en la UASD.

Universidad de la Tercera Edad (UTE)

Por los extensos y profundos conocimientos que tenía y el prestigio que acumuló como formadora en la República Dominicana, en el año 1991 fue invitada por la profesora Altagracia Núñez, Vicerrectora Académica de la Universidad de la Tercera Edad (UTE), para impartir clases en dicho centro docente.

Con más de 40 años de experiencia como profesora y 80 años de vida, por su inagotable capacidad de pionera, capaz de proponerse constantemente nuevas metas, la Dra. María Teresa se incorporó como alumna a la Universidad y pasó los dos cursos de Andragogía, para luego impartir clases en ese centro docente.

La Universidad de la Tercera Edad, recién abierta por aquellos años, se planteaba un nuevo reto para la experiencia docente del país. Dicho objetivo fue permitir y estimular que dominicanos adultos, en los inicios mayores de 40 años, pudiera cumplimentar sus objetivos de estudios a partir de un método de enseñanza flexible, adaptado a sus verdaderas posibilidades y potencialidades, donde las personas encontraran o reencontraran nuevos objetivos en la llamada tercera edad de la vida.

La idea se avenía a la vocación de educadora y orientadora, de servicio y la sólida definición humanista que siempre ha tenido la Dra. María Teresa, por lo que terminado los dos cursos de Andragogía se incorporó como profesora a la Universidad de la Tercera Edad.

Junto a su labor como profesora, propuso y creó el Departamento de Orientación en la Universidad, con el objetivo de propiciar un mayor acercamiento de los participantes. Integró desde el comienzo un grupo de trabajo que, partiendo de las experiencias personales de sus integrantes y las que ella misma tenía, crearon los llamados Talleres, como actividad extra clases. La idea consistió en implementar grupos de desarrollo para los alumnos participantes, donde a partir de dinámicas específicas vinculadas al desarrollo de la personalidad y la sociabilización entre grupos, cada alumno encontrara solución a los posibles problemas que como adultos pudieran tener, el primero de ellos, quizás el más importante, enfrentar a edades avanzadas un estudio universitario que exigía, por el método empleado, una gran concentración, definición de intereses y sobre todo gran sociabilización e interacción.

Con el tiempo paralelamente a su trabajo como profesora, coordinó la realización de dos postgrados sobre Orientación y diseñó la Maestría sobre estos estudios, que al final por razones ajenas a su voluntad, no se llegó a ejecutar.

En la actualidad se mantiene como Asesora para temas académicos y metodológicos y como integrante de la Comisión Disciplinaria de dicho centro de estudios.

Fundación Juan Bosh

Por su gran convicción y compromiso, en el año 1998, la Dra. María Teresa Quidiello participó junto a un grupo de hombres y mujeres dominicanos, presididos por el Profesor Juan Bosh, en la creación de la Fundación Juan Bosh, donde ha trabajado hasta nuestros días por preservar y proyectar los valores contenidos en la obra y el ejemplo de vida del Profesor Bosh.

Luego de la desaparición física del Profesor Bosh, la Dra. María Teresa formó parte activa de los cambios dentro de la Fundación para adaptarla a los nuevos tiempos y las nuevas necesidades de la República Dominicana.

Formó parte del grupo de personas, encabezado por su hermana Carmen Quidiello de Bosh, como Presidenta de la Fundación Juan Bosh, que logró el Convenio con la Secretaria de Educación para la edición del libro “Cuentos de Juan Bosh para fomentar el desarrollo de la conciencia moral y ética”, escrito por Ángel Villarini Jusino, Catedrático de la Facultad de Estudios Generales de la Universidad de Puerto Rico, Recito de Río Piedras; Profesor Honorario de la Universidad Autónoma de Santo Domingo en la República Dominicana y Presidente de la Organización para el Fomento del Desarrollo del Pensamiento Internacional.

La idea consistió en seleccionar un grupo de cuentos del Profesor Juan Bosh, a los que se les incorporó una metodología que enseñara cómo explicar cada cuento, lo que resulta novedoso y bien importante en estos momentos. El libro entonces, serviría como guía para que los profesores pudieran incorporarlo a sus clases y utilizarlo como material de estudio para desarrollar las ideas vinculadas a los valores, la moral, la ética y la propia historia del país.

La Dra. María Teresa como parte de la Fundación Juan Bosh, en la que hoy continúa manteniendo el cargo de Secretaria de su Junta Directiva, defendió la idea del libro en la Secretaría de Educación, que luego en 2005 quedaría aprobado para publicar y para ser utilizado en diferentes institutos del país.


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